viernes, 6 de diciembre de 2013
domingo, 1 de diciembre de 2013
LA RAZÓN DE LA SINRAZÓN
Esopo decía "Cuando un lobo se empeña en tener razón, pobres corderos". Lamentablemente, no es una fábula, hay muchas personas que se empeñan en llevar la razón, siempre y en todo lugar, y no importa si para conseguirlo gritan; insultan; dan excusas estúpidas; o se ponen a sí mismos en ridículo. Lo único importante es que su palabra sea la última y que su voz se alce por encima de la voz de los demás. ¿Quién no ha tenido que aguantar al funcionario o al banquero de turno que, sabiendo que tiene la sartén por el mango (el poder) se empeña en tener razón hasta ponerse rojo? ¿O al cuñado; la hermana; o el "amigo"; que ya de antemano te exige saber que eres tú el equivocado, pues si hubieses hecho las cosas como él o ella dice, te habría ido mucho mejor? ¡Parece que trajeran la razón de casa, metida en tupper ware, de tan claro como lo tienen! Y poco importan tus propias razones porque para estas personas la razón es una, única e indisoluble, y sólo le corresponde a ellos y nunca a ti.
Y me pregunto: ¿Hay personas entonces que hemos nacido sin razón? ¿Sin razón de ser; sin razón de sentir; y con la sinrazón de pretender llevar la razón de vez en cuando, si nos dejan? Entonces pienso en las cosas que me perdería si me empeñara en llevar siempre la razón a cuestas (con lo que debe pesar un solo kilo de razón). Cosas como la capacidad de improvisación, pues no puede improvisar quien ya sabe de antemano que todo es exactamente como él dice. O la intuición, ¿para qué va a ser intuitivo quien tiene razón siempre, si igualmente va a seguir teniendo razón, elija el camino que elija? O la libertad de aprender de mis errores y de aprender de los demás, de los que lo hacen mejor que yo.
Conocí a un hombre que decía: "No voy a apearme del burro". Pero, ¿quién es el burro?, pensaba yo, ¿Él, o el animal imaginario que tiene bajo sus posaderas? En psicología llaman al hecho de "querer tener siempre la razón", error cognitivo (perteneciente o relativo al conocimiento) que se da en quienes creen estar en posesión de la verdad y que suelen ponerse a la defensiva para probar que su punto de vista es el único correcto y su actitud la más adecuada. Son personas incapaces de cambiar de opinión (no rectifican ni aunque hacerlo sea de sabios) pues no escuchan ni tienen en cuenta otros puntos de vista, salvo el suyo, que además suele ser erróneo debido a su terrible obcecación. Y esta rígida actitud sin sentido... ¿les sirve de algo? A ellos, no sé. A los demás, de pasar un mal rato por su culpa, pero también de aprender a no ser como ellos; a que nuestra mente no se cierre en banda ante todo lo que suene a diferente; a vivir en tolerancia; a desarrollarnos como personas; a ser más sabios; a evolucionar...
"Si siempre quieres tener razón, nunca tendrás la verdad", dice la terapeuta familiar Laura Gutman. Pero como mi burro es el más bonito, yo tampoco pienso bajarme de él. ¡Ea, tengo razón y punto! ¿Absurdo, verdad? Pues así suena en oídos ajenos cuando alguien quiere tener razón a toda costa. Evita querer llevar siempre la razón y sin duda, serás más feliz, pero sobre todo, serás más sabio.
Mar Cantero Sánchez
Escritora y coach (asesora) literaria
Escritora y coach (asesora) literaria
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